Tuesday, September 02, 2008

 

O Rusia o Noruega

O Rusia o Noruega
A pesar de los títulos en los principales diarios refiriéndose a la posibilidad de una nueva Guerra Fría, cada vez más gobiernos en Europa hablan de su necesidad por contar con una "seguridad energética".
Lo que la mayoría quiere decir es que no está segura de que se pueda confiar en los rusos.
Sólo hay dos grandes exportadores de combustibles fósiles en Europa: Rusia y Noruega, así es que la opción -para países sin reservas de energía o que las están agotando rápidamente- es limitada.
Aunque suene anti-diplomático admitirlo, los noruegos lo han hecho muy bien en la actual situación política.
Oficialmente hay una competencia saludable y productiva entre los dos países que comparten fronteras más arriba del Círculo Ártico.
"También somos compañeros", dijo el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg.
"Porque Rusia y Noruega tienen un interés en desarrollar el mercado de petróleo y gas en Europa. Nosotros les damos la bienvenida en el mercado, porque el mercado será más grande si hay más proveedores", agregó Stoltenberg mientras participaba en la apertura de una conferencia internacional sobre la carencia de energía en Stavanger, en el sur de Noruega.
Transparencia
Y junto con sus garantías a los vecinos rusos, no dio pistas sobre la carta ganadora de su país, cuando se le pregunto por qué el resto de Europa debe de elegir a Noruega como su proveedor principal de energía.
"Somos proveedores confiables y lo hemos probado desde hace varios años. Tenemos un sector energético muy transparente", afirmó.
El director de la conferencia, y director de la Offshore Northern Seas (ONS), Kjell Ursin-Smith, fue más lejos.
"La situación es muy interesante para Noruega, claro. Nosotros tenemos una reputación de ser una nación estable, mientras que Rusia todavía no ha demostrado eso. Así es que trataremos de probar que somos un proveedor estable de petróleo y gas para Europa", dijo.
La prueba del compromiso del Reino Unido con Noruega como el proveedor de gas del futuro es la construcción de un ducto para transportar combustibles conocido como Ormen Lange, el mayor proyecto de ingeniería de su tipo a escala mundial.
El ducto cuyo nombre significa "la serpiente gigante" en noruego antiguo se extenderá desde el Mar del Norte de Noruega hasta Easington en la costa este de Yorkshire, en Inglaterra.
Todavía más lejos
Unas 745 millas de tuberías han sido instaladas de en el lecho marino, con la finalidad de transportar el 20% del gas que necesitará el Reino Unido durante los próximos 50 años.
Los días en que el Reino Unido podía confiar en sus propias reservas de gas y petróleo para ser autosuficiente son parte del pasado. Con una disminución anual de sus reservas de 8% al año, no hay otra opción que mirar hacia el extranjero.
El gobierno británico siempre ha destacado como una virtud su falta de interferencia política en el mercado energético, decidiendo sobre un proveedor sólo por cuestiones de mera economía y subrayando la necesidad de "diversificar el suministro".
Pero las cosas podrían seguir cambiando. "Sabemos lo que está sucediendo", dijo Malcolm Wicks, ministro de Energía británico.
Apuestas muy altas
Pero agrega, refiriéndose al incidente durante 2006 en que Rusia cerró las tuberías de gas con las que proveía de gas a su vecino para forzar precios más altos: "El problema de Ucrania envió un escalofrío directamente a la espina dorsal energética europea, y Georgia es el episodio más reciente que hará pensar a muchas personas".
Es necesario "tener sabiduría cuando se trata de seguridad energética. Noruega es un gran socio; es una democracia muy sofisticada con un historial limpio cuando hablamos de derechos humanos", concluyó Wicks.
La proporción de energía que Europa Occidental tendrá que importar crecerá a cerca del 70% en las décadas venideras, así es que el mercado está garantizado y las apuestas son muy altas.
Todavía hace falta ver si los dos grandes proveedores -Noruega y Rusia- chocarán o cooperaran cuando se trate de desarrollar lo que se considera potencialmente "El Dorado del Norte", vastas zonas del territorio ártico, sobre todo en el mar de Barents, en el que gracias a la tecnología actual se pueden explorar nuevos yacimientos.
Las disputas ya se han iniciado entre quienes reclaman el territorio como suyo. Noruega ha gozado de un alto nivel de vida durante casi 40 años, gracias en gran parte a sus recursos de combustibles fósiles.
Mientras, Rusia tiene un salario per cápita diez veces menor que el de su vecino escandinavo.
Estos días en que una "nueva" Rusia redescubre su confianza y ejerce su poder en el mundo, los observadores de geopolítica casi pueden asegurar que saldrán chispas entre ambos países.
Cortesia BBC MUNDO Reino Unido

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