Saturday, November 01, 2008

 

El poder de los jeques del petróleo

El poder de los jeques del petróleo
Pese a que el al-Wahda es uno de los clubes de fútbol más populares de los Emiratos Árabes Unidos, en el último partido que jugó en su moderno estadio para 12.000 espectadores había apenas 1.000 personas.
Los partidos son amenizados por una banda, pese a que los espectadores raramente animan.
Los sábados en al-Wahda los encuentros de fútbol son lo menos parecido a los partidos de la liga inglesa.
Pero en el fútbol, como en lo negocios, los Emiratos son ambiciosos. Sus ojos siempre están puestos en la escena internacional.
Así que, cuando los jeques que gobiernan el país decidieron gastar US$320 millones en la compra un club de futbol, el elegido fue el Manchester City de Inglaterra y no el al-Whada.

El acuerdo que se firmó en septiembre para la compra de este club fue el último de una serie de transacciones millonarias cerradas por los fabulosamente ricos fondos soberanos de inversión de los países del Golfo.
Éstos han estado bombeando miles de millones de dólares en compañías y bancos occidentales, para diversificar sus economías dependientes del petróleo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el capital manejado por estos fondos de inversión asciende a entre US$2 y 3 billones. Para el año 2013 esa cifra se espera alcance entre los US$7 y los 11 billones.
Duros negociadores

Los Emiratos Árabes Unidos pagaron US$320 millones por el club Manchester City.
En Abu Dhabi hay varios fondos soberanos de inversión. El mayor de ellos, creado a principios de los años 70, tiene un valor de de unos US$875.000 millones, que dobla el de los fondos de inversión de cualquier otro país.
Éste se ha beneficiado del precio record del crudo, incluso en un momento en que las economías mundiales sufren el efecto dual de la recesión global y la crisis crediticia.
Antes de comparar clubes ingleses, los fondos de Abu Dhabi tomaron importantes participaciones en Citigroup, General Electric e incluso el edificio Chysler de Nueva York.
Anil Bhoyrul, director editorial de la publicación "Arabian Business", con base en Dubai, afirma que los miembros del fondo Grupo Unido de Abu Dhabi para el Desarrollo y la Inversión (ADUG) que adquirieron el club inglés Manchester City, demostraron ser unos duros negociadores.
"Quieren ver algo excitante, que tenga glamour, pero negocian duramente", señala Bhoyrul.
"Llevó tres semanas cerrar el acuerdo del Manchester City. Discutían por el precio de US$320 millones cuando poseen miles de millones, lo que demuestra que se lo están tomando muy en serio".
"De compras"

Los fondos de Abu Dhabi tienen importantes participaciones en compañías occidentales.
Peter Barker-Homek es el director ejecutivo de TAQA, uno de los fondos soberanos de inversión más pequeños de Abui Dhabi, que cuenta con US$23.000 millones en activos y US$5.000 millones en dinero en efectivo para gastar.
Barker-Homek ha completado siete transacciones en 14 meses, incluida la adquisición de BP Holanda.
"Hemos salido de compras", afirma riendo. "Mis empleados a menudo dicen que no les gusta que me vaya de compras".
Según dice, los jeques de Abu Dhabi miran más allá del beneficio financiero: quieren convertirse en actores globales.
"Muchos de los fondos soberanos han sido reinvertidos en Europa, Estados Unidos y Canadá, aunque han sido inversiones pasivas", señala.
"Parte de nuestro trabajo es cerrar la separación entre Oriente y Occidente. El estadio final será una compañía que esperamos sea uno de los cinco mayores empleadores del mundo", apunta.
"Cultura de respeto"
Un 75% de las inversiones de TAQA son del gobierno de Abu Dhabi, lo que quizás explica porque algunos políticos en Occidente están mirando con nerviosismo mientras su activos son recolectados.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, sugirió recientemente que los lideres europeos deben establecer sus propios fondos de inversión para evitar las compras de inversores extranjeros.
Los estadounidenses han perdido. La cultura es de respeto. Dejar pasar un acuerdo y hacer declaraciones grandilocuentes en el Congreso no muestra respeto, por lo que no hay una segunda oportunidad. Ese dinero se ha ido a otra parte
Anil Bhoyrul, director editorial de la publicación "Arabian Business"
Sarkozy se hacia eco de las preocupaciones expresadas en 2006 en el Congreso de EE.UU., cuando la compra de seis puertos por parte de un fondo de Dubai suscitó un debate sobre seguridad nacional.
Los críticos describieron el acuerdo de "escandaloso, temerario e irresponsable" y la venta, que había sido respaldada por el presidente George W. Bush, fue bloqueada.
Anil Bhoyrul cree que los estadounidenses "cometieron un error fundamental" ya que con la economía en crisis, la inversión extranjera sería ahora bienvenida.
"Los estadounidenses han perdido. La cultura es de respeto. Dejar pasar un acuerdo y hacer declaraciones grandilocuentes en el Congreso no muestra respeto, por lo que no hay una segunda oportunidad. Ese dinero se ha ido a otra parte".
Los Emiratos Árabes Unidos no se disculpan por herir los sentimientos de occidente.
Su política de inversiones agresiva es parte de un plan de cinco años para comprar activos estratégicos para ayudar a que el país se diversifique sus inversiones más allá del petróleo.
Inversión "inteligente"

En Abu Dhabi tienen planes para aprovechar la energía eólica
En una reciente entrevista, el gobernante de Abu Dhabi y jefe de estado de los Emiratos Árabes explicó su filosofía.
"En muchos casos dependemos de inversiones a largo plazo porque creemos que son parte de nuestro compromiso con las generaciones futuras, que pueden no tener los mismos recursos disponibles que ahora", señaló el jeque Khalifa bin Zayed.
"Ello es especialmente cierto si se toma en cuenta que las reservas de petróleo están cayendo y la demanda de energía esta aumentando".
Los jeques saben que en los años de recesión sus enormes fondos podrán comprar influencia en las mayores compañías del mundo, aunque sus ambiciones no se centran sólo en el extranjero.
Visión del futuro
A unos 20 kilómetros de Abu Dhabi, una visión del futuro se levanta en medio del desierto.
Lea: Abu Dhabi construye "ciudad ecológica"
No queriendo depender en el petróleo que se encuentra bajo sus pies, los Emiratos Árabes Unidos están pensando en el sol como fuente de energía mientras construyen Masdar, la primera ciudad del mundo sin emisiones de CO2.

Masdar será la primera ciudad del mundo sin emisiones de CO2.
Las líneas interminables de paneles solares en medio del desierto son una señal de lo que se aproxima.
Hay planes para aprovechar la energía eólica y geotermal y esperan que en 2011 Masdar se convierta en un campo de pruebas para los mejores científicos del mundo. Una ciudad que esperan sobreviva a la riqueza del petróleo.
Khalid Awad, el director de propiedad de Masdar, es consciente de los beneficios del dinero que regresa a los Emiratos Árabes.
"La riqueza se está invirtiendo de una manera muy inteligente", afirma. "Ha hecho falta el petróleo para construir conocimiento. Ese es el legado: energía transformada en un centro de investigación y desarrollo que traerá cosas buenas en el futuro".
Cortesia BBC MUNDO REINO UNIDO

This page is powered by Blogger. Isn't yours?


Estadisticas de visitas