Monday, March 12, 2007
Este año las cámaras reconocerán su cara y le pondrán guapo
Este año las cámaras reconocerán su cara y le pondrán guapo
Cortesia Revista Ariadna España
La nueva generación de cámaras digitales presentada en la feria PMA de Las Vegas es capaz de corregir defectos sin usar el ordenador. la batalla por la mayor reslución ha pasado, aHORA Los fabricantes añaden nuevas funciones.
En el año de la alta definición ni siquiera las cámaras de fotos se resisten a colgarse el cartelito de HD. En la feria PMA, que se clausuró ayer en la ciudad de Las Vegas, los fabricantes han hecho un guiño a un mundo hasta ahora dominado por los televisores y los discos Blu-Ray y HD-DVD con productos capaces de grabar vídeo en resolución de 1.080 líneas o con salida de vídeo por componentes para conectar directamente al televisor de plasma o LCD y ver las fotos con la máxima calidad en sus pantallas.
Es la prueba de que esta industria busca desesperadamente nuevos pilares donde apoyarse para seguir creciendo. El número de cámaras digitales vendidas en Estados Unidos el año pasado, según datos de la Asociación de Marketing Fotográfico —los organizadores del evento— creció un 14%. El número puede parecer un dato positivo, pero encierra un serio problema cuyos efectos se sienten en todo el mundo. Aunque se venden más cámaras, cada vez es más difícil hacer dinero con ellas. Su valor ha caído tanto en los últimos años que las cuentas de resultados resultan difíciles de cuadrar.
El mercado ha entrado ya en la fase de renovación. Quien quiere una cámara digital ya la tiene y el crecimiento, ahora, viene determinado por los usuarios que cambian sus viejas máquinas por modelos más avanzados. En el mundo de la telefonía móvil o la informática se vive en una situación parecida, pero hay una diferencia: las cámaras de hace un año o dos ofrecen características muy parecidas a las que este año llenaron el pabellón del recinto ferial de Las Vegas.
MEGAPÍXELES. Hace sólo dos años, todos los fabricantes vivían inmersos en una carrera por aumentar la resolución de las máquinas. Lo cierto, sin embargo, es que para el mercado doméstico la resolución no resulta crítica. Una cámara de tres o cuatro megapíxeles es suficiente para obtener instantáneas de calidad que rivalizan con la imagen de las cámaras analógicas una vez impresas. El año pasado, los fabricantes decidieron que en vez de continuar aumentando la resolución de los sensores, sería más útil mejorar aspectos secundarios de las fotografías. La mayoría de los esfuerzos se enfocaron hacia la mejora de la sensibilidad de las máquinas a la luz, permitiendo a los fotógrafos sacar imágenes en condiciones de baja luminosidad sin necesidad de usar el flash.
Este año las cámaras digitales repiten resoluciones de entre siete y diez megapíxeles para los modelos más avanzados, pero incorporan nuevas características que hacen más fácil capturar buenas imágenes. Canon, Sony, Kodak y Fujifilm apuestan, por ejemplo, por máquinas capaces de detectar rostros humanos en las fotografías antes de disparar. Esta nueva técnica hace que los rostros estén siempre enfocados, y consigue también que la iluminación se mida en función de los mismos. Hasta ahora, sacar una fotografía en modo automático de alguien sentado junto a una ventana podía suponer una odisea por los contraluces. Estas nuevas cámaras reconocen el rostro al fotografiar y compensan la luz para que la escena pueda verse con detalle.
La compañía HP también ha incluido un modo de detección de rostros en sus cámaras, pero añadiendo además una función de corrección automática que no sólo ajusta la luz, sino que mejora el aspecto del sujeto, eliminando, por ejemplo, las manchas de la piel y otras imperfecciones.
Para los más avanzados, Fujifilm ha presentado en la ciudad de los casinos nuevas cámaras equipadas con emisores y receptores infrarrojos. Es una característica popular en Japón para enviar imágenes de una cámara a otra. Los amigos pueden así enviarse imágenes cuando realizan juntos un viaje en vez de tener que esperar a volver a casa y realizar la transferencia por correo electrónico.
IMPRESIÓN. Éstos son algunos de los trucos con los que los fabricantes intentarán que, este año, los fotógrafos domésticos cambien sus viejos modelos de tres y cuatro megapíxeles. La amenaza para el negocio no proviene sólo de la apatía de los consumidores a la hora de cambiar de modelo, sino de la presión cada vez más evidentes de los móviles. En la feria de este año algunos fabricantes, como Nokia, han presentado teléfonos con objetivos de calidad y capaces de realizar fotografías de hasta cinco megapíxeles. Aunque el resultado puede ser similar en condiciones de buena iluminación, estos teléfonos aún no pueden compararse con las cámaras digitales en velocidad o escenas nocturnas. Sin embargo, es evidente que cada año consiguen acercarse más a la experiencia de fotografiar con una cámara dedicada.
En el mundo de la impresión hay mejores noticias. Aquí, por fin, se comienza a ver un aumento en el número de copias impresas. La transición hacia el mundo digital dejó a muchas tiendas especializadas en revelado con un negocio de capa caída. Los últimos estudios sugieren, sin embargo, que el número de copias que los usuarios realizan está subiendo. En total, se imprimió un 48% de imágenes más durante el pasado año, aunque en el caso de las impresiones encargadas a servicios on line fueron las que más crecieron, por encima del 128%.
Es la prueba de que esta industria busca desesperadamente nuevos pilares donde apoyarse para seguir creciendo. El número de cámaras digitales vendidas en Estados Unidos el año pasado, según datos de la Asociación de Marketing Fotográfico —los organizadores del evento— creció un 14%. El número puede parecer un dato positivo, pero encierra un serio problema cuyos efectos se sienten en todo el mundo. Aunque se venden más cámaras, cada vez es más difícil hacer dinero con ellas. Su valor ha caído tanto en los últimos años que las cuentas de resultados resultan difíciles de cuadrar.
El mercado ha entrado ya en la fase de renovación. Quien quiere una cámara digital ya la tiene y el crecimiento, ahora, viene determinado por los usuarios que cambian sus viejas máquinas por modelos más avanzados. En el mundo de la telefonía móvil o la informática se vive en una situación parecida, pero hay una diferencia: las cámaras de hace un año o dos ofrecen características muy parecidas a las que este año llenaron el pabellón del recinto ferial de Las Vegas.
MEGAPÍXELES. Hace sólo dos años, todos los fabricantes vivían inmersos en una carrera por aumentar la resolución de las máquinas. Lo cierto, sin embargo, es que para el mercado doméstico la resolución no resulta crítica. Una cámara de tres o cuatro megapíxeles es suficiente para obtener instantáneas de calidad que rivalizan con la imagen de las cámaras analógicas una vez impresas. El año pasado, los fabricantes decidieron que en vez de continuar aumentando la resolución de los sensores, sería más útil mejorar aspectos secundarios de las fotografías. La mayoría de los esfuerzos se enfocaron hacia la mejora de la sensibilidad de las máquinas a la luz, permitiendo a los fotógrafos sacar imágenes en condiciones de baja luminosidad sin necesidad de usar el flash.
Este año las cámaras digitales repiten resoluciones de entre siete y diez megapíxeles para los modelos más avanzados, pero incorporan nuevas características que hacen más fácil capturar buenas imágenes. Canon, Sony, Kodak y Fujifilm apuestan, por ejemplo, por máquinas capaces de detectar rostros humanos en las fotografías antes de disparar. Esta nueva técnica hace que los rostros estén siempre enfocados, y consigue también que la iluminación se mida en función de los mismos. Hasta ahora, sacar una fotografía en modo automático de alguien sentado junto a una ventana podía suponer una odisea por los contraluces. Estas nuevas cámaras reconocen el rostro al fotografiar y compensan la luz para que la escena pueda verse con detalle.
La compañía HP también ha incluido un modo de detección de rostros en sus cámaras, pero añadiendo además una función de corrección automática que no sólo ajusta la luz, sino que mejora el aspecto del sujeto, eliminando, por ejemplo, las manchas de la piel y otras imperfecciones.
Para los más avanzados, Fujifilm ha presentado en la ciudad de los casinos nuevas cámaras equipadas con emisores y receptores infrarrojos. Es una característica popular en Japón para enviar imágenes de una cámara a otra. Los amigos pueden así enviarse imágenes cuando realizan juntos un viaje en vez de tener que esperar a volver a casa y realizar la transferencia por correo electrónico.
IMPRESIÓN. Éstos son algunos de los trucos con los que los fabricantes intentarán que, este año, los fotógrafos domésticos cambien sus viejos modelos de tres y cuatro megapíxeles. La amenaza para el negocio no proviene sólo de la apatía de los consumidores a la hora de cambiar de modelo, sino de la presión cada vez más evidentes de los móviles. En la feria de este año algunos fabricantes, como Nokia, han presentado teléfonos con objetivos de calidad y capaces de realizar fotografías de hasta cinco megapíxeles. Aunque el resultado puede ser similar en condiciones de buena iluminación, estos teléfonos aún no pueden compararse con las cámaras digitales en velocidad o escenas nocturnas. Sin embargo, es evidente que cada año consiguen acercarse más a la experiencia de fotografiar con una cámara dedicada.
En el mundo de la impresión hay mejores noticias. Aquí, por fin, se comienza a ver un aumento en el número de copias impresas. La transición hacia el mundo digital dejó a muchas tiendas especializadas en revelado con un negocio de capa caída. Los últimos estudios sugieren, sin embargo, que el número de copias que los usuarios realizan está subiendo. En total, se imprimió un 48% de imágenes más durante el pasado año, aunque en el caso de las impresiones encargadas a servicios on line fueron las que más crecieron, por encima del 128%.
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