Tuesday, December 01, 2009
Suiza se opone a la construcción de nuevos minaretes
Suiza se opone a la construcción de nuevos minaretes
La iniciativa de prohibir la construcción de minaretes en las mezquitas de Suiza, votada en el referéndum federal, fue aprobada a pluralidad de votos. El Gobierno de la República Helvética está conmocionado por el resultado.
El índice de participación de los ciudadanos en la edad de votar fue de 53%, que es bastante bajo para el único país europeo con la democracia directa donde todas las decisiones políticas se toman por mayoría de votos en referendos federales. Sin embargo, las consecuencias pueden ser bastante graves.
Diremos de entrada que los suizos en modo alguno les prohibieron a los musalmanes rezar en mezquitas, sino que votaron en contra de la construcción de nuevos minaretes. Sólo cuatro de unas 150 mezquitas que funcionan en Suiza tienen minaretes.
Los intercambios comerciales entre Dinamarca y países islámicos se redujeron en unos 1.200 millones de dólares, después de que en 2005 el periódico danés Jyllands-Posten publicara 12 caricaturas del Profeta Mahoma.
Pero este caso no tiene nada que ver con el que ocurrió en Suiza, aunque a primera vista podrían parecer semejantes. La población de Dinamarca (incluido el Gobierno dinamarqués) hicieron valer su derecho a la libertad de expresión (quizás, de manera impropia). En cuanto a los suizos, la votación podría interpretarse como menoscabo del derecho a la libertad de conciencia.
Los intercambios comerciales con países islámicos suponen para Suiza unos beneficios anuales superiores a los 10.000 millones de dólares. Cada año unos 170 miles de turistas procedentes del Golfo Pérsico visitan Suiza.
Los musulmanes que les perdonaron a los dinamarqueses el agravio, por lo cual es dudoso que hagan la vista gorda de los resultados de la votación en Suiza.
Parece increíble que la iniciativa anunciada haya podido contar con el apoyo popular en Suiza, país cosmopolita y multicultural, que durante muchas décadas concedió asilo político a ciudadanos de muchos países.
"La rebelión suiza contra minaretes" se enmarca en la tendencia alarmante de protestas espontáneas contra la "invasión musulmana".
Según estimaciones, Suiza, con 7,7 millones de habitantes, alberga unos 350-400 miles de musulmanes, lo que constituye el 3,5%.
En su mayoría, son inmigrantes procedentes de Turquía y la Península Balcánica, fenómeno típico para el continente europeo. Según datos de la Unión Europea correspondientes a junio pasado, en 27 países de la UE (500 millones de habitantes) residían unos 20 millones de musulmanes.
Expertos europeos afirman que es imposible determinar el número exacto de musulmanes residentes en Europa.
Se realizan encuestas, pero son voluntarias y cada uno tiene derecho a declarar u ocultar su pertenencia al mundo islámico.
Durante el último lustro se augura que la población musulmana de Europa aumentará hasta 40% o 50% hacia el 2025.
Pero tales previsiones se ponen en duda debido a una drástica caída de la natalidad entre los musulmanes en países europeos.
Tras el referéndum suizo, las autoridades europeas deben hacer todo lo posible para prevenir la propagación de los ánimos antimusulmanes.
La votación en Suiza fue un mal ejemplo para Europa.
Fuertes cambios se operan en el Viejo Mundo que abandona los principios de tolerancia religiosa y política. Y no sólo los europeos tienen la culpa.
Algunos representantes de otras religiones a veces lanzan declaraciones realmente estremecedoras. Da la impresión de que no piensan en las consecuencias que puedan acarrear.
Deseando mostrar a la población la suerte que le depara el futuro, el Partido del Pueblo Suizo (SVP) esgrimió de cara a la consulta pública pancartas con la bandera de Suiza atravesada por picos de minaretes.
El SVP simplemente interpretó a su manera las palabras del primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, quién hace unos años expresó que minaretes son "baonetas de Islam".
¿Qué pasa con la democracia directa en un país en que un partido de derecha supo movilizar a los ciudadanos a
votar a favor de la discriminación religiosa y racial?
¿Adónde va Europa, si un partido poco numeroso consigue persuadir a las mayorías a aprobar una idea primitiva y populista?
El índice de participación de los ciudadanos en la edad de votar fue de 53%, que es bastante bajo para el único país europeo con la democracia directa donde todas las decisiones políticas se toman por mayoría de votos en referendos federales. Sin embargo, las consecuencias pueden ser bastante graves.
Diremos de entrada que los suizos en modo alguno les prohibieron a los musalmanes rezar en mezquitas, sino que votaron en contra de la construcción de nuevos minaretes. Sólo cuatro de unas 150 mezquitas que funcionan en Suiza tienen minaretes.
Los intercambios comerciales entre Dinamarca y países islámicos se redujeron en unos 1.200 millones de dólares, después de que en 2005 el periódico danés Jyllands-Posten publicara 12 caricaturas del Profeta Mahoma.
Pero este caso no tiene nada que ver con el que ocurrió en Suiza, aunque a primera vista podrían parecer semejantes. La población de Dinamarca (incluido el Gobierno dinamarqués) hicieron valer su derecho a la libertad de expresión (quizás, de manera impropia). En cuanto a los suizos, la votación podría interpretarse como menoscabo del derecho a la libertad de conciencia.
Los intercambios comerciales con países islámicos suponen para Suiza unos beneficios anuales superiores a los 10.000 millones de dólares. Cada año unos 170 miles de turistas procedentes del Golfo Pérsico visitan Suiza.
Los musulmanes que les perdonaron a los dinamarqueses el agravio, por lo cual es dudoso que hagan la vista gorda de los resultados de la votación en Suiza.
Parece increíble que la iniciativa anunciada haya podido contar con el apoyo popular en Suiza, país cosmopolita y multicultural, que durante muchas décadas concedió asilo político a ciudadanos de muchos países.
"La rebelión suiza contra minaretes" se enmarca en la tendencia alarmante de protestas espontáneas contra la "invasión musulmana".
Según estimaciones, Suiza, con 7,7 millones de habitantes, alberga unos 350-400 miles de musulmanes, lo que constituye el 3,5%.
En su mayoría, son inmigrantes procedentes de Turquía y la Península Balcánica, fenómeno típico para el continente europeo. Según datos de la Unión Europea correspondientes a junio pasado, en 27 países de la UE (500 millones de habitantes) residían unos 20 millones de musulmanes.
Expertos europeos afirman que es imposible determinar el número exacto de musulmanes residentes en Europa.
Se realizan encuestas, pero son voluntarias y cada uno tiene derecho a declarar u ocultar su pertenencia al mundo islámico.
Durante el último lustro se augura que la población musulmana de Europa aumentará hasta 40% o 50% hacia el 2025.
Pero tales previsiones se ponen en duda debido a una drástica caída de la natalidad entre los musulmanes en países europeos.
Tras el referéndum suizo, las autoridades europeas deben hacer todo lo posible para prevenir la propagación de los ánimos antimusulmanes.
La votación en Suiza fue un mal ejemplo para Europa.
Fuertes cambios se operan en el Viejo Mundo que abandona los principios de tolerancia religiosa y política. Y no sólo los europeos tienen la culpa.
Algunos representantes de otras religiones a veces lanzan declaraciones realmente estremecedoras. Da la impresión de que no piensan en las consecuencias que puedan acarrear.
Deseando mostrar a la población la suerte que le depara el futuro, el Partido del Pueblo Suizo (SVP) esgrimió de cara a la consulta pública pancartas con la bandera de Suiza atravesada por picos de minaretes.
El SVP simplemente interpretó a su manera las palabras del primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, quién hace unos años expresó que minaretes son "baonetas de Islam".
¿Qué pasa con la democracia directa en un país en que un partido de derecha supo movilizar a los ciudadanos a
votar a favor de la discriminación religiosa y racial?
¿Adónde va Europa, si un partido poco numeroso consigue persuadir a las mayorías a aprobar una idea primitiva y populista?
Cortesia Agencia NOVOSTI - RUSIA
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